CARTA ABIERTA
Departamento Jurídico del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación. SNTE Chile.
Sindicato del Colegio Amancay Limache
Estimadas y estimados. La situación ha sido muy complicada en los últimos meses. La Sociedad Educacional Amancay de Limache solicitó mis servicios docentes en marzo del presente año. Como profesor recién titulado acepté las condiciones que me ofrecían en primera instancia y sus intenciones parecían honestas. Pero avanzando el tiempo, la honestidad se disfrazó de astucia y en realidad la solicitud de mis servicios tenía que ver con una oscura maniobra por parte de la institución para deshacerse de otro compañero de trabajo. Junto con esta vergonzosa actitud, la Soc. Educacional se amparó en el plazo legal de 15 días que tenían para formalizar el contrato, postergando la firma de este último a pesar de haberles entregado la totalidad de la documentación, esto, por encontrarse en realidad a la espera de la resolución de la inspección del trabajo sobre la situación del profesor al que yo debía reemplazar. Resuelta la reincorporación del profesor ilegalmente despedido, la empresa [es complejo denominar “colegio” a una institución que incurre en estas prácticas, dada la carga semántica del concepto] a través de su directora, me informa verbalmente la resolución del colegio de dejar de “contar con mis servicios” un par de días antes del cumplimiento del plazo legal para la «formalización» del contrato escrito, sin mediar causa alguna justificando mi despido, salvo la negligencia de la Empresa en la forma de manejar su planta docente, y a pesar de haber suscrito un acuerdo de palabra conmigo por un año trabajo, claro, ocultándome las reprochables intenciones de la empresa, de desvincular al Presidente de su Sindicato.
Fruto del contrato de palabra celebrado entre la Empresa y mi persona, me vi obligado a rechazar otras ofertas laborales por incompatibilidad horaria, sin embargo, por las vergonzosas prácticas incurridas me quedé sin trabajo para el año completo.
Afortunadamente, el Departamento Jurídico del SNTE Chile y el Sindicato Amancay de Limache, a través de su Presidente el sr. Nibaldo Pinto, han estado en todo momento a mi lado asesorándome en temas legales y brindando apoyo en instancias claves para el proceso judicial que la oficina de defensa laboral de Quillota ha levantado en contra de la empresa y sus deleznables prácticas laborales.
Por estos motivos escribo la presente carta en apoyo a la noble labor de respaldo de las mencionadas colectividades que protegen a los trabajadores y trabajadoras de la educación que son pisoteados injustamente por mercaderes de reprochable ética.
Por último, señalo que jamás esperé que instituciones dedicadas a formar a nuestros ciudadanos del mañana traten a sus trabajadores como objetos desechables, lo que es señal de que quienes manejan los hilos de dichas instituciones son hijos de una época del consumo, y que están alejados de los valores que por deber tienen que inculcar en sus estudiantes.
¡Por don Emilio Recabarren, por don Clotario Blest, por don Miguel Enríquez, por los caídos y los avasallados por sucios capitalistas, que el proletariado todo recupere la Dignidad!!!
Saludos cordiales.
David Alejandro Palma Díaz.
Profesor de filosofía. Sin militancia política alguna.
En Quilpué Agosto del 2016.