Nuestro país es nuevamente alcanzado por la crisis histórica del sistema capitalista, el hoy llamado estallido social no es más que expresión del descontento acumulado durante décadas. La pobreza contenida en las pensiones, en la falta de viviendas y el consecuente crecimiento de las tomas de terreno son parte de la realidad que pesa sobre miles de familias en nuestro país. La precariedad del trabajo y el salario acumulan muertes en los hospitales y deudas en la vida.
Nosotras y nosotros los trabajadores de la educación hemos visto en estas décadas de neoliberalismo, protegidas por la constitución de 1980; como ha proliferado la educación de mercado por sobre el derecho humano a la educación, segregando a estudiantes, pauperizando nuestras condiciones laborales todo amparado en un Estado Subsidiario.
De todas las demandas y necesidades de las y los trabajadores y pueblos de Chile surge la necesidad de una Asamblea Constituyente para una Nueva Constitución… convertida ya en una demanda nacional.
Sectores de la sociedad que, antaño fueran parte del acuerdo de “salida” de la dictadura militar y que han administrado la pobreza, segregación y llenado sus bolsillos vendiendo y concesionando los recursos de todos durante estas últimas 4 décadas en nuestro país; toman “acuerdos por la paz” que no tienen otro fin más que reafirmar los principios rectores contenidos en la constitución dictatorial y de una democracia tutelada servil a los intereses de una oligarquía enquistada en cada uno de los poderes del Estado (desde la dictadura a la fecha).
Los trabajadores de la educación sabemos de las limitaciones que quieren colocar a Chile. Por medio de una convención constituyente intentan detener el avance histórico en la consecución de nuestros derechos. De manera que el bloque en el poder y sus partidos intentarán instalar como asambleístas a personas bajo su dirección política de manera de proteger sus intereses en la eventual nueva constitución. Manteniendo así, entre otras; el rol subsidiario del Estado que deja en manos del mercado los derechos de las y los trabajadores y sus familias, que mantiene y promueve un tipo de educación que no hace más que formar mano de obra barata para la clase empresarial, otorgando recursos fiscales para financiar la educación particular en desmedro de la pública.
Es preciso recordar que es este tipo de Estado el que, desde las salas cuna hasta la enseñanza media, mantiene los establecimientos educativos en condiciones deplorables en la mayor parte del país con un financiamiento basado en la asistencia media que tiene desfinanciada la educación pública y a sus trabajadores en condiciones laborales paupérrimas en donde la incertidumbre laboral visita todos los años las conciencias y remueve las realidades de los y las trabajadoras
Nuestra Confederación ha sido categórica respecto de estas y otras reivindicaciones y consideraciones para el período en sus documentos, en donde reafirmamos la necesidad de un financiamiento basal y estratégico por sobre el 7% del PIB para el sistema educativo y contrato único, nacional e indefinido, directamente con el Estado para asegurar las condiciones laborales de las y los trabajadores de la educación del país.
Además tenemos la certeza que para enfrentar el actual proceso y avanzar hacia una asamblea constituyente informada, con paridad de género, con participación de pueblos originarios y de los y las trabajadoras, debemos generar las condiciones para que el debate y la discusión de ideas llenen las comunidades educativas. Consideramos necesario para ello que las organizaciones de trabajadores de la educación convoquen a Asambleas Populares de Educación de manera de ir construyendo una propuesta constitucional que de cuerpo a la Nueva Educación que Queremos, desde el seno de las comunidades educativas, con un rol protagónico de docentes, asistentes de la educación, estudiantes y apoderadas(os).
Por esto, en el proceso constituyente que ya está en curso, el SNTE Chile, consecuente con su Carta Constituyente y sus Estatutos, convoca a las bases sindicales a ser actores y actrices activas en el proceso, iniciando nuestra campaña por el APRUEBO una Nueva Constitución y en el segundo voto por Convención Constitucional y Marcar AC, para sumar esfuerzos en la lucha por una verdadera Asamblea Constituyente que represente los intereses de las y los Trabajadores y de todos los Pueblos que habitan Chile.
Hasta que la dignidad se haga costumbre…
Por una asamblea Constituyente de las y los trabajadores y pueblos de Chile, a construir Poder Constituyente Originario.
En representación del Directorio Nacional de la Confederación SNTE Chile:
Oscar Méndez Bernal, Secretario General SNTE Chile.
Michael Humaña Concha, Presidente SNTE Chile.